29 de gener 2008

Relato: el sol y la luna


Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años, cuando aún no había seres humanos en la tierra, el sol y la luna paseaban por el cielo cuando les apetecía, despreocupadamente. El día y la noche no existían, la luz aparecía según los caprichos del sol.

Los dos astros, aunque compartían el cielo, se mantenían distantes. La luna, coqueta y presumida, pasaba los días arreglándose para tener la superficie bien lisa y suave.

Un día el sol, aburrido, decidió ir a charlar con su compañera. Sabía que a ella sólo le interesaba estar guapa y no le haría caso. Por eso quiso hacerse el simpático y fue, todo inocente él, a quitarle un cometa que había chocado contra ella y la había abollado sin que se diera cuenta.

Pero en acercársele el sol, nada consciente del fuego que desprendía, quemó a la pobre luna, destrozando así parte de su tan cuidada superficie.

Dicen que es por esto que la luna oculta una cara y se mantiene tan lejos del sol como le es posible, yéndose de día y viniendo de noche. Por otro lado, el sol intenta alcanzarla, sin éxito, para disculparse. Las estrellas fugaces en realidad no son más que mensajes que le envía el sol cuando más solo y triste se siente, pero la aflicción de la luna es inmensa, como la mar.

1 comentari:

Witilongi ha dit...

Vamos que el sol se llama Lorenzo y la luna se llama Catalina, cuando sale Lorenzo se esconde Catalina.